Sensor de impacto

Los sensores de impacto deben ser capaces de detectar una colisión y convertirla en los impulsos correspondientes en un lapso de tan sólo unos pocos milisegundos. Las fuerzas de aceleración que actúan sobre los sensores inmediatamente después de una colisión pueden llegar a alcanzar 100 g (100 veces la fuerza gravitatoria terrestre).

Generalmente, el principio de medición aplicado por los sensores de impacto se basa en el efecto de inercia. Cuando un vehículo es detenido bruscamente a causa de un impacto, todos los cuerpos u objetos que no estén firmemente sujetos al vehículo continuarán moviéndose a la velocidad en el momento del impacto.

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